El 8 de febrero se celebra el Día Mundial de la Epilepsia, y desde Natural Greatness hemos querido preparar este post para contaros todo lo que debéis saber sobre cómo afecta esta enfermedad a los perros, cómo actuar frente a un ataque, sus causas y sus tratamientos. ¡Empezamos!
Causas
Lo primero que hay que saber es que la epilepsia en perros puede aparecer entre los primeros seis meses y seis años de vida. La causa más común por la que un perro puede sufrir esta enfermedad es la hereditaria, y es que algunas razas son más propensas a sufrir ataques epilépticos:
- Labrador.
- Golden retriever.
- Beagle.
- Pastor alemán.
- Pastor belga.
- Cocker spaniel.
Se trata, pues, del trastorno cerebral más común en perros (a largo plazo), y su principal característica son las convulsiones recurrentes. Estas pueden ser muy estresantes tanto para el animal como para su dueño, por lo que un correcto conocimiento del problema nos permitirá anticiparnos a la próxima convulsión. Según la investigación del Royal Veterinary College (RCV), casi el 60 % de los propietarios que tenían el conocimiento suficiente sobre la enfermedad eran capaces de prever la próxima convulsión hasta treinta minutos antes de su inicio gracias a la observación, sobre todo, de los cambios previos a dicha convulsión y sus desencadenantes.
Síntomas
Conocer los síntomas y las fases por las que pasa el animal es fundamental para prevenir el malestar de la mascota. Las fases son:
- Fase aura: es la fase inicial, donde aparecen los primeros cambios de comportamiento. Entre ellos, destacan el miedo y la agresividad.
- Fase ictal: las convulsiones comienzan de forma leve y pueden durar desde unos segundos hasta diez minutos.
- Fase posictal: cuando acaban las convulsiones, llega el momento de la recuperación. En esta fase, que puede durar desde unas horas hasta varios días, los animales se encuentran nerviosos, con falta de coordinación y concentración y con ansiedad por beber y comer.
Debido a que las causas que generan un ataque epiléptico aún no están del todo claras, es necesario tener en cuenta que las convulsiones no son el único síntoma: también podemos encontrarnos con salivación excesiva, alucinaciones (morderse la cola o ladrar sin motivo), caídas, micciones o defecaciones involuntarias o pérdida de consciencia. En función de la gravedad del ataque, el animal puede llegar a sufrir un paro respiratorio, en cuyo caso tendremos que acudir a un centro de urgencia inmediatamente.
Cómo actuar
Entonces, si nuestro perro está sufriendo un ataque epiléptico, ¿cómo debemos actuar?
Primeramente, si llegamos a tiempo y podemos ver el cambio de comportamiento propio de la fase aura, debemos colocar al animal en una zona segura (donde no haya riesgo de golpes o caídas a cierta altura) y tumbarlo en una superficie blanda (siempre sobre el suelo).
En segundo lugar, es muy importante que mantengamos la calma y anotemos todo lo ocurrido: fecha, hora, duración del ataque, síntomas, comportamiento del animal, etc. Otra opción es grabar un vídeo para, con toda esta información, facilitar el diagnóstico del veterinario.
Por último, en la fase ictal deberemos estar pendientes de que el perro no se golpee la cabeza con nada y de que se tumbe. Es muy importante que no intentemos sacarle la lengua y que evitemos los movimientos bruscos o elevar el tono de voz. Una vez terminada esta fase, el perro suele sentirse agotado, así que hay ayudarle a que beba agua.
Tratamiento
La epilepsia es una enfermedad crónica, por lo que, una vez detectada, deberemos administrarle de forma recurrente la medicación convenida por un profesional veterinario. Esta medicación suele disminuir la intensidad y la frecuencia de los ataques, así como suavizar las secuelas que se puedan producir en el animal.
Otras recomendaciones pueden ser someter al perro a revisiones periódicas y asegurarnos de que tenga hábitos saludables, como hacer ejercicio y consumir un alimento saludable. Así podremos evitar otras enfermedades y asegurar el bienestar de nuestro perro.
Ahora que ya lo sabes todo sobre este tema, presta mucha atención a tu mascota. Si notas alguna anomalía física o de comportamiento, acude a un centro veterinario para que te proporcionen el mejor diagnóstico (y tratamiento, en caso de que sea necesario) para tu animal de compañía.
Esperamos que nuestro artículo sobre “Epilepsia canina: ¿Qué es y cómo actuar ante un ataque?” te haya resultado útil. Para leer más artículos como este relacionados con el bienestar de perros y gatos, no dudes en consultar nuestra página web y seguirnos en Facebook, Twitter o Instagram